Difícil no admirar a Obelisco, en ciertas zonas explorable pero en su mayoría distante.
Este monte se encuentra rodeado de un paisaje productivo, rodeado de estancias y por su longitud acompaña día a día largas distancias que recorren gauchos, trabajadores y animales. Recorridos recordatorios que las sierras de Magallanes no son casuales y están muy lejos de ser inmemorables.
Su extensión es tal que a veces no sabemos si seguimos admirando el Obelisco o si ya estamos en presencia de una nueva sierra que se interpone frente a ella. Lo cierto es que aquella longitud y aquella verticalidad la convierte en una pared divisoria de estos paisajes productivos, paisajes de trabajo y de turismo. Manteniéndose presente junto a ellos de forma perseverante, llegando tristemente a sufrir la normalización de su presencia y por ende de su belleza.
Geolectura
Las rocas sedimentarias se forman gracias a la acumulación de sedimentos, transportados por el viento, los ríos, lagos y mares, que luego se cementan y consolidan en sólidas rocas. El tipo y tamaño de los sedimentos, así como el ambiente donde las partículas se acumularon, determina cómo es la roca que se forma y perdura.
Un mar profundo deposita finas partículas en su fondo, millones de años transcurridos se traducen en centenares de metros de partículas acumuladas, que hoy se aprecian como una capa de roca uniforme de cientos de metros de espesor. El ambiente cambia, el mar retrocede o avanza, y una nueva capa de roca se forma sobre la anterior.
Distinguir e identificar a las rocas sedimentarias permite imaginar cuál era el ambiente que las formó, cuánto tiempo se mantuvo ese ambiente y cual nuevo entorno lo reemplazó. ¿Era el lecho de un río, el fondo de un lago tranquilo o las dunas de un desierto? La historia se puede relatar en forma de una columna: las rocas pertenecientes a un entorno común se agrupan en Formaciones, cada una es el registro de un ambiente de antaño, su espesor documenta cuánto tiempo ese ambiente se mantuvo inalterado.
La zona de Ultima Esperanza registra cerca de 20 millones de años de acumulación de sedimentos, durante el periodo de entre 70 y 90 millones de años atrás.
Formaciones Punta Barrosa, Cerro Toro, Tres Pasos y Dorotea, cada una representa un ambiente de depositación que se mantuvo durante un periodo de varios millones de años, hasta dar paso a la siguiente.
Sitios como el Monte Obelisco, despliegan majestuosos parte de esta historia, cada capa es un episodio, una pequeña parte del relato que creó el paisaje de hoy.