30 kms al sur de Punta Arenas, se encuentra el sector de Agua Fresca, un paisaje de la memoria, productivo e intervenido. Allí llegaron suizos y chilotes a trabajar su tierra, construir sus casas, invernaderos y cercos.
La madera de sus bosques prometieron construir una nueva vida al sur del mundo, esa que se había prometido.
Es el lugar de las transiciones, entre la estepa magallánica y el bosque costero, entre la planicie y ondulados cerros boscosos. Allí se encuentra la tierra de mixturas, el equilibrio de los recursos y la hibridez cultural.
Representa un futuro incierto para aquellos visitantes que llegaron tardíamente. Es la tierra que a veces fértil acogió a aquellos inmigrantes que al sur del mundo vieron una posibilidad de surgir.
Geolectura
El terreno de Agua Fresca, está cubierto, como muchos en la región, de un manto de sedimentos fluvio glaciares. La extrema cantidad de agua y sedimento hace que esta cubierta se vuelva muy compleja.
Hacer un agujero es una sorpresa, puedes encontrar arcilla, arena o grandes bolones a tan sólo unos metros de distancia. Pero hay algo que es común, existe un manto de arcilla gris, impermeable y muy cohesiva, a veces tiene unos pocos metros de espesor, a veces alcanza más de 80 m.
Este manto de arcilla actúa como un tapón, dificulta que las aguas de lluvia se infiltren profundamente, las que se mueven por la capa superficial de sedimentos, formando venas, ríos que corren bajo nuestros pies a escasos metros, aprovechando los antiguos cauces enterrados.
